Bienvenidos/as

¿Por qué la gente escribe Blogs? Si estás leyendo éste, tendrás (supongo) tu propia respuesta, tan válida como cualquier otra. La mía es la siguiente: Durante el dia (y parte de la noche) mi cabeza no para de dar vueltas sobre ideas o cosas que he visto, pero muchas veces se me escapan y desaparecen como una calada de humo al viento... (que poético)
Por eso me he decidido a crear este Blog, donde poner escritos y colgar mis dibujos que reflejan todo aquello que me ronda por la cabeza... Así de mal me ha dejado la carrera de filosofía...

viernes, 27 de diciembre de 2013

Abortando derechos

Esta entrada no es la primera en la que trato sobre la nueva Ley del aborto que nos trae el PP a los españoles, y siento parecer "cansino" con el tema, aunque me parece que este lo merece. En todas las veces que he hablado sobre la misma he intentado aproximarme desde distintos enfoques. En la primera ocasión, escrita a raíz de la aparición de la ley aún cuando solo era una propuesta del ministro, expliqué una experiencia personal que consideré adecuada conforme a la situación (lo podeis leer aquí Recordando a Shibila). En mi segunda entrada, escrita cuando esta ley fue llevada al Parlamento para ser aprobada (o mejor dicho, impuesta a golpe de "mayoría absoluta"), expuse los argumentos que Peter Singer menciona en su Ética Práctica (si os interesa, aquí el enlace El aborto lejos del emotivismo). Ya que hice la carrera de Filosofía, que se note. Finalmente, y con la Ley a punto de entrar en vigor, quiero hacer un alegato en contra de ella desde otro punto de vista.
Antes de entrar "a trapo" con ello, me gustaría hacer una pequeña reflexión. Cuando escribo en este blog, lo hago movido por el mismo sentimiento que, supongo, les embargaba a los locos que se ponían a gritar en medio la plaza del pueblo, desquitarme de lo que les ronda por la cabeza. Es posible que algún despistado se pare a escuchar, e incluso alguno me de la razón, pero no me engaño pensando que puedo convencer a alguien, pues los que llegan hasta aquí seguramente ya pensaban lo mismo antes de leerme, o al menos algo parecido. Por eso, en las anteriores entradas, si no se siente empatía por Shibila y su drama, o no se comparte las premisas con las que Singer desarrolla su alegato a favor del aborto, dificilmente se canviará la opinión al respecto. Es por eso que en esta ocasión trataré el asunto desde un punto de encuentro fácilmente asumible: lo mencionado en la Constitución y en la Declaración de los Derechos Humanos.
Para que una ley sea apicable en España esta no debe entrar en conflicto con lo mencionado en La Constitución. Incluso tenemos un tribunal que vela para que esto sea así. La pregunta que cabe plantearnos entonces es: ¿Esta ley es constitucional?
Esta ley hace hincapié a los derechos fundamentales del ser humano (el derecho a la vida y a la libertad de disponer de tu propio cuerpo). Con respecto a todo ello, en la Constitución sólo encontré un artículo que hable sobre ello, que es el siguiente:
Artículo 10.2: Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la 
Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración 
Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las 
mismas materias ratificados por España. 
En resumidas cuentas, "lo que digan en la Declaración Universal de Derechos Humanos".
Gallardón, cuando presentó esta ley en el Parlamento, la defendió señalando el Artículo 2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que viene a decir que todos tenemos los mismos derechos sin importar raza, sexo, condiciones físicas, etc. Según el Ministro, esto quiere decir que un feto malformado o no deseado tiene el mismo derecho a vivir que uno que es buscado por la madre. ¿Pero es posible hacer una lectura tan torticera de la Declaración?
Pues en verdad, si te pones a leer esta Declaración, no se tarda en descubrir que la interpretación del ministro esta "sacada de la chistera". Sin ir más lejos, el artículo 1 dice:
Artículo 1: Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, 
dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente 
los unos con los otros. 
Has leído bien, dice NACE, no "nacerá" o "es concebido" ni ningún verbo en el que pueda caer la definición de feto (o nasciturus, "el que va a nacer", como se emperran ahora en decir los pro-vida). Esto es así, a mi suponer, porque si se empleara un verbo que permitiese incluir futuribles en las leyes, podríamos caer en un reductio ad absurdum tales como: "la masturbación masculina es un genocidio brutal" (a ver quien es el guapo que se pone a prohibir el onanismo ahora). Una ley para que sea considerada "justa" debe tener bien definidos los límites de actuación pues sino se podría caer en un empleo arbitrario e interesado de la misma.
Volviendo al Artículo 1, el feto, al no haber nacido no dispone de ningún derecho. Por consiguiente si se le aborta no se esta vulnerando nigún derecho. El derecho a la vida sólo la tienen las personas nacidas, no los nasciturus. Tal como dijo Parménides "el no-ser no es" (vale... no estuvo aquí muy lucido, pero para el caso ya nos vale).
Entonces vemos que el feto no tiene derechos. ¿Pero se habla algo en la Declaración sobre el derecho a la mujer de disponer de su cuerpo libremente? Obviamente:
Artículo 3: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su 
persona. 
En conclusión, esta ley vulnera el Artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos al privarle a la mujer de su libertad, contraviniendo a su vez el Artículo 10.2 de la Constitución Española, por lo que esta ley es, por tanto, inconstitucional. 
Esta es la interpretación que hago de los derechos mencionados, por lo que es posible que me equivoque (si es así me gustaría que me corrigiesen). Pero si en verdad estoy en lo cierto entonces estos señores que enarbolan la Constitución siempre que alguien intenta discutirles algo deberían salir corriendo a "abortar" esta ley, pues el no hacerlo sólo demostrará lo que realmente son: un residuo persistente de la peor época de España.

viernes, 6 de diciembre de 2013

El animal político

Hay una expresión popular que siempre me ha llamado la atención, y es la de animal político. A mi entender es aquella persona que ha hecho de la carrera política su modo de vida. Sabe moverse por el medio público y su capacidad de adaptación a este hace que no sólo sobreviva a él, sino que pueda generar una descendencia de individuos a su imagen y semejanza (los llamados delfines) haciendo de su programa un legado.
En España tenemos unos cuantos de estos animales, pero aunque la expresión debería resultar neutral, ha alcanzado entre nuestras fronteras una connotación negativa, agravada además en este caso por los casos de desfalcos desde partidos, síndicatos y patronal que han hecho de este país el segundo dónde más ha aumentado el índice de corruptabilidad en el mundo (por detrás sólo de Siria, un país en guerra...), pues estos animales han sido en último término los responsables de este estado.
Pero el término animal es demasiado general, hay diferentes tipos de animales en la naturaleza al igual que en el espacio público. Tenemos a aquellos animales que sólo se preocupan de su bienestar y emplean al grupo sólo como medio para su propio beneficio, e icluso les darán dentelladas a sus compañeros si con ello sacan algún redito. Un claro ejemplo de este tipo son las hienas, los buitres, y Esperanza Aguirre. Luego hay otros que, al verse acorralados por otros, se esconden de sus madrigueras y permanecen ahí esperando que sus hostigadores se cansen y se retiren. Tenemos en este caso a las liebres, ratones de campo y a Rubalcaba.
Pero aunque los dos tipos anteriores son los más prolíficos en el mundo, pues sus estrategias son las más exitosas y por ello relacionamos "animal político" con estas dos, no son los únicos tipos que nos aparecen. Estan aquellos animales que, cuando ven que su família se encuentra en peligro, no dudan en hacer frente al enemigo para procurar la salvación de su grupo aún a costa de sus vidas. Aquí nos encontramos al ciervo, al león, y como no, a Nelson Mandela.
Ayer nos dejó un especimen de este último grupo. Y como otros animales políticos anteriores a él (entre ellos Gandhi), han hecho de este mundo un lugar mejor dónde vivir. No dejemos que su especie se extinga.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

El aborto lejos del emotivismo

Hace tiempo (casi un año ya) que no hago ninguna entrada en el blog, las razones de ello me las guardo para mí. Pero hoy, buceando por internet, me he encontrado con un artículo interesante de leer sobre la nueva ley del aborto y me he propuesto comentar (si lo quereis leer, aquí el link: https://www.diagonalperiodico.net/blogs/fundaciondeloscomunes/no-abortaras-undecimo-mandamiento-gallardon.html )
Aunque estoy totalmente de acuerdo con lo dicho en el artículo, creo que éste falla en la manera de defneder su postura proabortista, a saber, desacreditar a los que se posicionan en contra del aborto para ningunear, entonces, los propios argumentos que ellos esgrimen para defender sus ideas, y como consecuencia admitir como ciertos la postura de las autoras a favor del aborto. Empleando un ejemplo exagerado, es como tener enfrente tuyo a un ciego con una M16 (haciendo referencia al "meme" del artículo, "guiño, guiño") y no esconderte pues "si no me ve no puede darme..." El hecho que las personas con las que discutes no tengan una forma de pensar "correcta" no significa que estén equivocadas necesariamente.
Así, al atacar directamente al contrincante, no sólo no se acaba de desmontar sus argumentos, sino que además se acaba empleando el emotivismo para ganar público y, a la postre, enrocar las posturas contrincantes no a través de la razón, sino de las emociones que despiertan sus posturas.
Yo estoy en contra del aborto pues considero que penalizar éste no provocará una disminución de su práctica, como defienden sus promotores, sino que sólo pondrá en riesgo la salud de la madre al decantarse ella en buscar la solución en clínicas clandestinas (de esto ya hablé en una entrada anterior, si lo quereis leer http://anacoretaciudad.blogspot.com.es/2012/07/recordando-shibila-una-critica-la-nueva.html ). Las leyes no nos deben educar en una moral, de eso se encargan la familia y los círculos próximos del individuo autónomo. Las leyes sólo deben enmarcar la ética consensuada en la sociedad, y como esta evoluciona constantemente, el marco legal debe evolucionar con ella (por ello defiendo también que la Constitución debería remodelarse cada 25 años, pero ese ya es otro tema...).
Considero que para desmontar el argumento antiabortista hay que atacarlo directamente. Así pues, vayamos a ello: 
Los antiabortistas basan su postura principalmente en "la santidad de la vida humana", cosa que ya plantea dos cuestiones: Que es un ser humano? y hasta que punto es santa esta vida? Y por ello me remitiré a un autor que ha tratado este tema, Peter Singer.
Singer, para quien no lo conozca, es un profesor de filosofía afincado en Australia. Es un autor controvertido pues en su libro Ética Práctica trata sin tapujos temas tabú como son el aborto y la eutanasia, siendo por ello tildado en los países germánicos de "nazi" (curiosamente Singer es de ascendéncia judia y su família emigró a Australia para huir del Holocausto). Es un libro interesante que recomiendo y me remito a él para contrarestar el argumento antiabortista.
En el libro Singer señala que podemos definir a las personas, cogiendo el discurso de Joseph Fletcher, como "individuo que tiene los siguientes indicadores: conocimiento y control de uno mismo, sentido del futuro, sentido del pasado, capacidad de relacionarse con otros, preocupación por los demás, comunicación y curiosidad". Para la reflexión siguiente utilizaré esta definición.
Los antiabortistas emplean el siguiente silogismo:
P1- Es malo matar a una persona inocente
P2- El feto es una persona inocente
C- Es malo matar un feto
Pero según Fletcher, el feto no es una persona, pues no tiene ninguno de los indicadores mencionados. Por eso aparece la siguiente variación del esquema:
P1- Es malo matar a una persona inocente en potencia.
P2- El feto es una persona inocente en potencia
C- Es malo matar un feto
Aunque P2 gana fuerza, pues nadie puede negar que el feto es una persona en potencia, lo hace a costa de P1, pues ¿realmente es malo matar a una persona en potencia, es decir, una persona que no-es ahora? ¿Es el bienestar de una persona que no-es ahora igual o más que el de una persona que es ahora, es decir, la madre? A mi me parece que no.
Creo que para discutir sobre el aborto ambas partes deben distanciarse del emotivismo que despierta esta cuestión y acercarse desde un plano neutro, a través de la razón, y por ello he presentado un argumento a mi parecer, lógicos. Sólo así evitaremos caer en descalificaciones mutuas que no resolverán el problema, perjudicando a los afectados directamente, a las madres.